Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
Juan 17:1
Los días son largos y pesados, la humanidad no encuentra descanso ha este incesante trabajo debajo del sol del cual broncear sus frentes y el sudor recorre su cuerpo, para al final ser consumidos por el gusano, y no solo eso, sino por el gusano que nunca muere... ¿Nadie nos comprende? Es nuestra excusa presentada, nuestra razón justificable para caminar en ingratitud, vacíos estamos, y buscamos que los demás también lo estén, ¿No comprenden que los días son malos?.
Los creyentes hemos rebajado el glorioso Evangelio, a una simple invitación, ¡Ningún Rey en la historia humana hizo alguna invitación para traer alguien ante su trono, simplemente si el Rey llamaba, tenías que ir!.
como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 17:2-3
Sin un entendimiento y práctica de un temor reverente, la gracia que experimentas es una gracia falsa; Muchos viven de esta manera, son iguales a su tiempo antes de su supuesta conversión, !Todo proclama que Cristo los perdonó, ¿Pero que te perdonó?! Jovenes insensatos, son afligidos y tumbados por la ira de Dios a causa del camino de sus rebeliones y acausa de sus maldades, pues ninguno podrá burlarse de Dios, pues aunque Dios perdonó a Adán y a Eva, cubriéndolos de pieles, fueron echados del huerto, puesto que necesitan ser regenerados para estar ante la temible presencia de Dios, pues ni aun los ángeles pueden verle cara a cara, ¿Qué te hace creer a ti que podrás estar en el cielo viendo el rostro del Señor, si aquí en la tierra no eres un reflejo de su Gloria en su Hijo?. Mueran a sí mismos, esto lo digo a los creyentes, mortifiquen a su carne, Cristo en el huerto del Getsemaní, no se encontraba feliz, aunque por el gozo delante de sí, fue obedeciendo a su Padre camino a la cruz, pues el gozo no es sinónimo de risa o felicidad, el gozo es sinónimo de una obediencia que se regocija en el galardón de cumplir la voluntad de aquel que le ha encomendado una misión; pero tu, especie extraña y digna de ser condenada, no sientes remordimiento como Judas Iscariote, te amas tanto a ti mismo que crees que puedes recurrir a Dios como boletera o cuponera de boletos de perdón, pues piensas !Soy salvo por gracia, y nada me puede separar de Cristo, poco a poco el ira trabajando en mi corazón! Joven que piensas de esta manera, vas camino o sino corriendo al infierno, pues tu que conociendo el juicio de Dios para los actos abominables que haces, dices o piensas, aún así los haces y no solo eso, sino que te deleitas con los que los hacen de igual manera... ahora... ¡Dónde están los espíritus quebrantados y los corazones contritos! Isaías no solo se lamento por su estado de pecaminosidad, sino también por la del pueblo que lo acompañaba, ¿Eres pastor, misionero, predicador, y eres indiferente al estado espiritual de la grey del Señor? Fuera del ministerio, no eres llamado, eres un estorbo que con ceguera de tus ojos, con conciencia cauterizada y tu corazón duro y no arrepentido, juicio y mayor condenación traes para ti mismo y para los que te escuchan.
Ciertamente dijo el salmista, a sus ministros hace llamas de fuego, pero los predicadores de hoy están tan fríos, y la culpa y falta de fruto la entierra en las manos del Señor, ¿Esperas que Dios te use grandemente cuando momentos antes de predicar andabas desagradandole?
Cristo dijo que era la vida eterna, y la vida eterna no es una fiesta, no es un convivió, dejen las niñerias, la inmadurez, jóvenes, sean hombres, y joven citas, sean mujeres, dejen de comportarse como niños, ya debieran ser maestros y se les tiene que volver a repetir los principios de la prudencia y sensatez.
La vida eterna es conocer a Cristo, pues Cristo no vino solo a perdonar pecados, pues esto de nada serviría, si volviéramos a vivir en pecado, ¡Cristo no vino a hacer hombres malos a hombres buenos, sino a que hombres muertos vivan! La regeneración, es la redención, nos compró, y ahora le pertenecemos, y lo que permanecen en Él, su deseo es conocerle, pero si ese no es tu deseo, hijos míos, ustedes no son creyentes.
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