En repetidas ocasiones, podemos observar en la Escritura, que el único que da vida y puede quitarla es Dios, que el único que representa la vida es Dios mismo, al ser Él, el único que pueda darla, pero Cristo se atribuyo esto, haciendo hincapié a su Deidad, como la 2.ª persona de la Trinidad... Pero algo que notamos, es que la vida eterna no solamente es vivir por siempre, sino que son varios factores que nos llevan a la Vida Eterna con su significado bíblico.

La vida eterna es la participación activa del creyente en el Reino de Dios, porque de igual manera, también sufrirán eternamente los que nunca quisieron creer en el Hijo de Dios; Muchos creen ya haber sido salvos, pero para poder serlo hay que creer en el evangelio, en Cristo mismo, pero muchos no conocen quien es Cristo, por esto, todo va de la mano, alguien no puede alcanzar la vida eterna, si no conoce al Hijo, si conoces al Hijo, quien es la vida, alcanzaras Vida Eterna, y Cristo quien es la vida, morara en ti, y ahora en ese preciso momento, donde tú conoces por medio del Hijo al Padre, ahora pasas de estar en tinieblas a la luz, pasas de muerte a vida, y ahora con gozo, con el convencimiento del Espíritu Santo de tu estado, puedes decir ¡Tengo Vida Eterna!, no puedes procurar creer que estarás o serás un miembro del Reino de Dios, si primero no conoces al único Dios verdadero, y a Jesucristo, y comienzo por aclarar, que aunque suene a obras, no es por obras.

Tener Vida Eterna, significa que ahora conoces al Hijo, y por medio de Él, al Padre quien le envió, y esto provoca que en ti more la vida, y que ahora eres parte del cuerpo de Cristo, miembro activo del Reino de Dios, parte de los obreros de la Viña, y el que comenzó la buena obra en ti, la terminará...