"Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles." (2 Timoteo 1:9-11)
Dios, Salvador y Señor, aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz, y que nos hizo pasar de muerte a vida, ¡No solo salva, sino que da vida, transforma y renueva!; Cristo, 100% Dios y 100% Hombre, en quien tenemos deuda por la eternidad, y no tenemos más que hacer, que solo servirle, por haber entregado su vida para expiación de nuestros pecados, ¡Creyente apartado e indiferente a la verdad de Dios, tus pecados no son ligeros, ni buenos, no llames puro a lo impuro, no llames bueno a lo malo, ni malo a lo bueno, tus pecados llevaron a Cristo a morir en esa cruz, tus perversidades, tus concupiscencias que puedes esconder de la congregación, Dios las ve todos los dÃas, y te vomita de su boca y rechaza todos tus sacrificios, porque te acercas a Él, en hipocresÃa, siendo ignorante de las Escrituras, entregando las sobras de tus fuerzas a un Dios Santo, Santo, Santo!.
No juzgo al que tiene menos conocimiento, sino que en amor busquemos crecer juntos en la paz que nos es en comunión y crezcamos en el mutuo conocimiento que es en Cristo Jesús, Pablo enseña, en esta pequeña oración o frase, una verdad que muchos han olvidado... "Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo", muchos dicen ser salvos, pero ¿De qué?, ¿Dios te salvo de qué?, ¿Del infierno, del mundo, de la muerte, del pecado?, ¿De qué te salvo Dios?, es curioso que, muchas de las cosas de las cuales el cristiano tiene temor hoy en dÃa, nuestro Señor Jesucristo nunca o no tuvo temor, ¡Cuando Cristo fue a la Cruz, no tenÃa temor de la muerte, sino de la Copa de la Ira de Dios! Hermanos, a esto deberÃamos tener temor...
Dios nos salvó de su ira, por la justicia que él requerÃa, y sin sangre no puede haber perdón de pecados... pero solo por medio del sacrificio de su Hijo, los que han sido salvados, al mismo instante, han sido llamados, pero no por un llamado cualquiera, sino por uno que es un llamado eficaz, un llamado que por sà mismo es santo, y que es una atracción del creyente a Dios, es un llamado de consagración y santidad a Dios, porque no es del que quiere ni del que corre, y no estamos en el servicio y en la viña del Señor, por obras o porque seamos alguien bueno o eficaz en la obra, sino porque él asà lo quiso en su propósito que es antes de la fundación del mundo...
Hermanos, no puede haber puntos medios, busquemos escudriñar las Escrituras para ser más como Cristo, y no nada más como para encontrar excusa a nuestro estado actual de tibieza delante de los ojos del Señor...
Timoteo habÃa olvidado como fue llamado, y cuál era el propósito por el cual estaba en el lugar donde estaba; Timoteo se encontraba avergonzado y temeroso de mencionar tan siquiera el nombre de su Señor, pero Pablo le recuerda, que Dios nos ha salvado y nos ha llamado con llamamiento santo, y no conforme a nuestras obras; Recordemos que nosotros damos testimonio de la verdad no por obligación, sino por necesidad de poder decirles a otros que en Cristo podemos encontrar el perdón de nuestros pecados...
Algo importantÃsimo que hace recordar Pablo a Timoteo, son las grandes, maravillosas y excelentÃsimas bendiciones que obtuvimos por medio de Cristo, el cual quito la muerte, y nos otorgó, la vida eterna.
"Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creÃdo, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel dÃa." (2 Timoteo 1:12)
Aquel que ha sido salvado por el Señor y ha sido llamado con un llamamiento santo, cualquiera que sea el ministerio o cargo o servicio u obra que realices para la gloria de Dios, te hago hincapié en que todos tendremos que padecer en el nombre del Señor, ¡Pablo acaba de terminar de decir, que él es predicador, apóstol, y maestro! Y él sufre e incluso más que el mismo Timoteo, él se encontraba en la cárcel, y le devuelve las palabras a Timoteo, "Pero no me avergüenzo"; Muchos hemos encontrado a creyentes durante nuestra carrera de la Fe, que han sufrido más que nosotros, y ellos con justa razón (Hablo carnalmente), ellos tienen excusa para desanimarse y desistir, pero algo que sin duda ayuda mucho al creyente, es el conocer más y más a su Salvador, porque mientras más arraigados estemos en Cristo, no importa la tormenta más devastadora que venga sobre nosotros, siempre recordaremos la verdad del evangelio, y sabremos en quién hemos creÃdo, ¡Pablo estaba a punto de ser ejecutado!, pero él seguÃa con aquella Fe, como aferrándose al invisible, que él tenÃa a un Dios poderoso que salva, y te recuerdo hermano o hermana, nosotros tenemos un Dios poderoso que nos ha guardado...
Pablo, al decir "Yo sé", no solo profesa alguna convicción débil, o algo que escucho decir de otro creyente, sino que lo decÃa con firmeza, él conocÃa a su salvadora, y esa pequeña frase, reflejaba sino que su conocimiento claro y especifico de quien es aquel quien ha dado su vida en rescate por muchos, y vemos la mezcla perfecta de conocimiento y Fe, y el "he creÃdo" refleja que no era una Fe de un neófito, sino de alguien que habÃa creÃdo desde hace mucho tiempo y sin desistir, que Cristo era el Señor... Y asà te puedo decir, que como muchos antes, que confiaban en las promesas que brindaba el pecado, de dar placer y satisfacción, cuando estábamos en el mundo, ahora en Cristo, aferrémonos con más firmeza y pasión a las promesas y verdades que nos brinda nuestro Señor...
"Retén la forma de las sanas palabras que de mà oÃste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el EspÃritu Santo que mora en nosotros." (2 Timoteo 1:13-14)
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