"Los que amáis a Jehová, aborreced el mal..." (Salmos 97:10)
Erróneamente, hemos creÃdo que nuestros ojos están puestos en Cristo, solamente por cumplir ciertos rituales o ciertas costumbres que ya traemos impuestas o aprendidas por otros hombres, esto lo podemos ver, desde que nos levantamos y sin pensar empezamos a orar, lo malo no es el orar de mañana, sino el orar sin conciencia, todo porque solamente lo hacemos todas las mañanas cotidianamente, pero no oramos agradecidos, concentrados en aquel, el gran yo soy, al cual le estamos hablando; Todos los creyentes esperamos el dÃa de nuestra muerte, porque solo aquellos, los locos del mundo, que están seguros en que su Fe, Amor, Gozo, Arrepentimiento, Salvación, Redención está en Cristo, creyentes sin cordura que saben que llegaran a la presencia de Dios, y que él les dirá, "Buen siervo fiel", sin embargo, lamentablemente muchos cristianos o personas que decÃan ser creyentes, solamente serán hacedores de maldad, proclamadores del señorÃo del Señor, pero nunca conocidos por él, por ser hijos de desobediencia, todo por el motivo, de que vivieron en esta tierra como si nunca hubiera dado Cristo una ley, viviendo como si fuera aquÃ, el todo, porque de la vida del que nadie se acuerda, es la espiritual, porque somos seres espirituales viviendo un mundo terrenal, sabiendo que todo esto es pasajero, pero todo esto lo conocemos por medio de la palabra, y la fe en Cristo jesús, sepan que él o tu placer, tu pecado, idolatrÃa, vanagloria, deseos de los ojos, carne, y blasfemias en contra de Dios, todo, dejará de existir, porque un dÃa pasaremos a la eternidad, con Dios o sin Dios, porque el castigo del infierno no serán las brazas del fuego, no serán las tinieblas en la oscuridad eterna, sino la falta de la presencia de Dios, porque vivir fuera de ella, es no vivir, sino sufrir, y morir, porque en este punto, los que estén ahà en el castigo eterno, estarán abandonados por Dios, pero nadie conoce aún realmente lo que pasará, pero mientras estemos en esta vida terrenal, lo que es estar lejos de la gracia de Dios, es lo peor que le puede pasar a un ser humano, porque muerto finge vivir para el mundo, y todo esto lo sabemos, pero no fijamos nuestra mirada a lo que realmente importa; Vemos, hacemos, pensamos, todo por un dios que no es el de la Biblia, porque tú das gloria a un dios que te has creado para ti mismo, llevándote solamente a la vanagloria, porque tú crees que tu dios aprueba lo que haces, sin embargo, el Dios verdadero, te repudia por todo lo que haces en su nombre y es pecado delante de sus ojos, porque ahora llamamos a lo bueno, malo, y a lo malo, llamamos bueno, todo porque, los que se dicen ser cristianos, ahora ven toda la palabra como insuficiente de salvar, transformar, redimir al hombre, no notan como los jóvenes leen menos su palabra, pero ahora ellos son guÃas de los otros jóvenes, los adultos no corrigen a los jóvenes, y ellos son los que quieren pastorear y abrir iglesias, los ancianos, viven en su propio deleite, y son aquellos los que quieren aconsejar a la siguiente generación, con experiencias propias y no con la palabra del Señor, y esto ha ocasionado que las iglesias, ya no estén unidas como un solo hombre, por eso podemos ver tanta separación hoy en dÃa, y tanto dogmatismo, tantas denominaciones.
Pero hermanos, sepan que los que tienen sus ojos establecidos en la gloria venidera, la recompensa eterna, la corona de la vida, en el Dios vivo, en lo que tendremos al final de nuestros dÃas, y entienden que será el todo de nuestra existencia, verán mejor eso que todo lo que el mundo les pueda dar, porque no existen cristianos que no valoren las cosas de Dios, sino incrédulos preguntándose por qué volvieron a pecar, ¿Tienes tus ojos en la eternidad?, muchos contestan que si, pero no saben que habrá en la eternidad.
"Vino a mà palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oÃdos de Jerusalén, diciendo: Asà dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mà en el desierto, en tierra no sembrada." (Jeremias 2:1-2)
Iglesias que buscan cambiar para llegar más al hombre, reducen el evangelio para que se suene menos grotesco, menos agresivo, y suene más agresivo, donde solamente invitan a entregar sus vidas al Señor por medio de instrumentales de alabanza, donde se predica de todo lo que puede dar Dios, pero no se predica de Dios, ni de lo que hace a aquellos que son desobediente; Jóvenes, dejen de buscar comodidad, sus gustos, la iglesia no es de ustedes, es la esposa de Cristo, deja de manipular y deformar a la iglesia, no necesita de tus métodos, ni de tus formas, necesita de Dios, de Cristo, no de todo eso del mundo; Fija tus ojos en la eternidad y no en la prosperidad, fija tus ojos en Cristo y no en el mundo; ¿Cuándo sabrás que tus ojos están puestos en aquel quien te ha llamado?, cuando aborrezcas de una manera tan grande como Dios al pecado, y ames tanto a Dios como Dios se ama a sà mismo.
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