Esta pregunta podría llegar a ser un poco absurda entre aquellos que se han adentrado en el estudio de las Escrituras, incluso podrían llegar a pensar aquellos que ya han escuchado esta explicación una y otra vez, que seria de mayor edificación hablar de otros diversos temas más avanzados, más profundos en la Biblia, pero sin lugar a dudas, no existe algo más profundo y mucho más amplio de lo que uno se imagina, es aquella verdad, la verdad del Evangelio, solo piensen y traten de entender ¡Como un Dios justo puede justificar al impío!, y se dan cuenta de que esto ¡Ya no sorprende a la Iglesia, o es acaso que estos temas ya no son lo suficientemente atractivos para la sociedad tan perversa que tenemos hoy en día!.

El hombre no busca a Dios ni de Él, y no podemos solamente tapar el gran abismo que existe entre Dios y los hombres, poniendo solo conocimiento intelectual de por medio, y para explicarme mejor, de una manera más entendible, hombres que han asimilado el evangelio, pero no han creído en el evangelio, y esto, hemos y me incluyo lamentablemente, hecho creer a demasiadas personas que serán salvas por métodos ridículos que el hombre mismo se ha ido inventando, muchos han sido engañados, y estos mismos se cuestionan de manera de aflicción, ¿Si realmente soy salvo, porque aún encuentro deleite en mi pecado?, muchos saldrán a la defensa, con dos posibles argumentos que me llegan a la memoria en este momento, la primera es que: Existen 3 tipos diferentes de personas, las cuales son (El incrédulo, el Creyente y el Creyente Carnal), lamentablemente, de estos 3 tipos, solo 2 son los únicos que existen, no puede existir un Cristiano Carnal; el segundo argumento, es respecto, a que seguimos viviendo en un cuerpo de carne, contaminado por el pecado, por la vieja naturaleza caída, debido a esto, somos capaces de seguir pecando, y quiero hacer hincapié aquí, claro que el creyente puede caer en pecado, y no es algo que se deba decir con tanta ligereza, debido a que estamos infringiendo la Ley del Señor, cometiendo crímenes delante de sus ojos, pero el punto aquí es el siguiente (Y es algo que hemos abordado a lo largo de estos 3 años de Ministerio): El creyente verdadero puede caer en pecado, pero no puede vivir, practicar o deleitarse en el pecado.

Los Cristianos, que regularmente asisten a una Iglesia local, han escuchado este término por lo menos alguna vez en alguna predicación de su Pastor o líder, pero ¿Qué significará esta expresión? "Bajo la Gracia y no bajo la Ley" Muy posiblemente muchas iglesias, de lado pentecostal o liberal, tengan un cierto rechazo en el momento en el que se toca el tema de los mandamientos de Dios, pero en el otro lado del extremo encontramos, un grupo de iglesias bautistas o presbiterianas, añadiendo más mandatos, a los cuales se les denomina mandatos de hombres, pero el problema lo encontramos, cuando ninguno de los dos lados encuentra el equilibrio de saber que estamos viviendo bajo la Gracia y no bajo la Ley, pero sin invalidar la Ley, ya que por medio de Cristo, por medio de sus méritos, podemos acercarnos confiadamente a Dios, pero los que solo se quedan con esta parte, la parte de creer en Jesús, pero no conocer, guardar ni amar sus mandatos, ¿Cómo saben que están creyendo en el verdadero Jesús, si no siguen ni aman sus mandamientos?

Cristo oró toda una noche para conocer la voluntad de su Padre, y poder así escoger a sus discípulos que lo acompañarían por el resto de su Ministerio en su estancia aquí en la tierra. 

Aquí en este versículo encontramos que Cristo dio mandamientos por el Espíritu Santo, entonces, es incoherente encontrar creyentes que por el simple título se intuye que están llenos del Espíritu Santo, sean personas que no conocen los mandamientos del Señor, ni cumple con sus decretos y ordenanzas.

Dios llama sin ver algo especial en ti, él escoge a quien él quiere, no porque corra más ni por cualquier otra cosa que podría ser de valor para ti, él escoge, pero muchos son los llamados y pocos los escogidos, debido a esto no habrá una persona en el mundo que pueda poner por excusa que nunca se le habló de su pecado y del señorío de nuestro Señor.

¿Seguimos bajo la ley o la gracia?, siempre hemos estado bajo la gracia, es el hombre quien ha creído que puede llegar a ser salvo por obras, o sea, por sí mismo, por méritos propios, ganarse el Cielo, y no es así, pero estando bajo la gracia, no invalidamos la Ley, porque es la clara voluntad de Dios para nuestra santidad, porque el que empezó la buena obra en ti va a terminarla, porque para creer, ni siquiera tú aportas algo, porque no bastaba solamente conocer más a Dios, ni verlo, sino tener un corazón transformado por Él.