"Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca."
La era del individualismo, donde todos son capaces de hacer o realizar cualquier cosa o todo por su propia cuenta sin ayuda de nadie, y no es de dudar, que este pensamiento proviene de un origen del mundo y no de Dios, debido a su falta de apoyo en las escrituras.
Malinterpretaciones han surgido de este pasaje, desde la dependencia de hombres y mujeres hacia otros hombres y mujeres, depositando su fe y confianza plenamente en ellos, que es algo respectivamente antibíblico, y trayendo a la memoria, "Maldito el hombre que confía en el hombre", pero tampoco podemos pasar por alto, que muchos también lo han utilizado, de una manera este versículo de la Escritura, para propia conveniencia personal, no pensando realmente en el contexto en el cual estaba siendo escrito este pasaje, sino solamente pensando, por ejemplo: En el diezmo, las ofrendas, las visitas, la apariencia, etc...; Más esta pregunta vengo proveyendo hoy para ustedes, ¿Conocemos la profundidad de este versículo?, sin duda alguna, muchos quieren interpretar las escrituras, sin estar llenos del Santo Espíritu de Dios, y lamentablemente, aquellas personas, que se paran frente a pulpitos a exhortar "Según su pensar o parecer, cuando solo hacen el ridículo no ante la congregación, sino ante Dios", las palabras provenientes de sus corazones, son como vana palabrería, donde muertos, dictaminan como vivir a los vivos.
Este versículo no solamente es para exponer a la congregación que no hay que faltar ningún día de culto a la Iglesia, y algo a recalcar, no hagamos suponer o creer a la congregación que por faltar el domingo a la Iglesia, están pecando, porque más que exhortar y hacer conciencia en los creyentes, únicamente nos acercamos a una similitud más clara, hacia los fariseos, que guardaban el sábado por sobre todas las cosas, más ahora nosotros lo hacemos con los domingos, ¿Encuentran la coherencia?; El predicador no nada más está para leer la palabra a la Iglesia, redil, ovejas del Señor, sino que su labor, su llamado, es explicárselas, para que cada día, crezcan en el conocimiento de las abundantes riquezas del Señor, sacando joyas hermosas de la palabra, predicando el verdadero evangelio, por el cual todos hemos sido transformados.
La iglesia no es una reunión social, no es un club, donde culto tras culto, los hermanos, pueden estrenar vestiduras de inmundicia, no juzgo la vestidura, más la intención del corazón la conoce Dios, y sobre todo, en la actualidad, las intenciones del corazón, ya no son ocultas, sino más bien ahora son expuestas, porque ahora ya no hay diferencia entre el bien y el mal.
Un mensaje especial, y es para ti, hermano o hermana, que se ha alejado de la Iglesia por motivos de disputas, problemas, chismes, injusticias, etc... Problemas nunca faltarán en una congregación con gente pecadora, donde se reúnen cizaña con trigo, donde los lobos son similares a las ovejas por disfrazarse como ovejas, ¡Más nuestros ojos deben estar puestos en el Señor!, identifica, ¿En dónde están tus ojos?, los pecadores no arrepentidos, juzgan a los lobos y a la cizaña, la ciñaza, altiva, juzga a los pecadores no arrepentidos y a los lobos, y los lobos, devoran feroces a los pecadores no arrepentidos y a la cizaña; Más los tres al final, atacaran a los creyentes, trigo y ovejas.
No dejándonos de congregar, no eres el único hermano en medio de la congregación de los justos, hay más hermanos en luchas al igual que tú, más si tú te sales, y maduraste, serás arrogante al no querer ayudar a tu hermano que está pasando por lo mismo, la iglesia fue hecha por Cristo, y nosotros somos la Iglesia, debemos cuidar la iglesia, y si la iglesia flaquea, debemos animarla y aconsejarla, orientarla e instruirla, pero nunca perder de vista, el motivo por el cual realmente nos congregamos, porque si lo perdemos esto nos hará solamente llegar a cada culto, para saludarnos los unos a los otros, sin contarnos entre todos nuestras luchas, y debilidades, porque lo que menos hace la Iglesia de hoy en día, es orar unos por otros, y mírenlo y compruébenlo, ¿Cuántos hermanos te han pedido a ti, que ores por ellos?, uno o dos, o muchos, ¿Más, oras en ese preciso momento? ¿U oras después, mucho más tarde?, no salgas con excusas de que estabas ocupado, ¡Están atacando a tu hermano!, ¿Vives en este mundo, más no eres de este?, verdad, ¿Estas en guerra, no contra sangre ni carne?, es cierto ¡Atacan a la Iglesia, y no oras enseguida, cuando a tu hermano, lo están zarandeando! Más hipócritas somos, diciendo que somos una familia, porque todos vosotros, amáis más a vuestra familia terrenal y de sangre, que a vuestra familia espiritual.
El creyente no crece, no por su falta de compromiso, sino por su falta de comunión con la Iglesia, el creyente ha hecho muchos compromisos por leer la Escritura y por Orar, más ha fallado, y lo vuelve a intentar sin obtener resultados, más cuando la Iglesia está en apoyo de oración, por tu vida, tus resultados en tu relación con Dios aumentarán, pero sobre todo, esto será, por tu estable relación con la Iglesia
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