Porque abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo, quien por medio de su sacrificio, reconciliada fue nuestra relación con el Padre, nuestro perdón alcanzamos por medio de Él delante de sus ojos, los ojos del Padre Eterno, y la Justicia y la Ira de Dios fueron satisfechas, al quebrantar a su Hijo unigénito, en esa cruz, donde cargo con todo nuestro pecado, convirtiéndose en pecado, y siendo separado de la Presencia de su Padre, porque así, como en el sacrificio que hacían los Sumos Sacerdote en el Antiguo Testamento, donde obtenían el perdón del Pueblo, poniendo dos corderos, donde uno era degollado y su sangre era esparcida, y el otro era enviado al desierto, a morir en soledad, como sacrificio vivo y santo, agradable delante del Señor, ¡Nuestro Señor, padeció todo eso y más!, Jesucristo el Rey, ¡Hosanna!, quien subió a Jerusalén, en el tiempo de la pascua, mientras todos los sacerdotes sin prestar atención, de aquel que estaba entrando en la ciudad, desperdiciando tiempo, estaban escogiendo el cordero sin mancha y defecto, para el sacrificio, cuando realmente, estaba llegando el cordero inmolado montado de un Asno, siendo puro y sin mancha, preparado para su muerte, y consumar el propósito por el cual estaba aquí en la tierra; "Glorificar el nombre de su Padre y redimir al Pecador"

La pregunta no es: ¿Por qué no puedo dejar de pecar?, sino que, realmente lo que te debes preguntar es: ¿Estoy andando en el Espíritu?; Como primer punto, que debemos ver, ¡Andar en el Espíritu no tiene relación con el compañerismo entre hermanos, con la piedad, o con lo externo, nada de eso tiene que ver con el verdadero problema con el cual queremos tratar, sino que primero ¡Examina tu corazón!, porque procuramos muchos jóvenes andar rectamente en los caminos del Señor, pero nuevamente y repetidamente tropezamos, pero ¿Podría decirse tropezar?, o ¿Somos esclavos del Pecado?.

El que está en Cristo nueva criatura es, y si Él tuvo el poder de levantarse de entre los muertos, ¿No podrá librarte de tu pecado de muerte?, muchos manifiestan estar en Cristo, no obstante siguen pecando, no como naturaleza sino como práctica, y muchos ponen el pretexto, "Mucho también pecan en lo mismo que yo" o "No soy el único" o peor aún "Sigo siendo un pecador", y por esa expresión, no se sienten tan mal con su pecado y no llegan al punto de quebrantarse y buscar un arrepentimiento genuino, ¡Hermano, sigues estando en el mundo y no te has podido dar cuenta!, solo escucha, ¡Muchos dirán que existen de pecados a pecados, que unos esclavizan y otro no, realmente esto es una mentira nefasta, donde juzgamos al que fornico, pero tú en el fondo odias a tu hermano, porque donde el que fornico tanto como tú, son dignos de muerte y condenación eterna en el infierno, porque Cristo dijo, que:

¿Cuántos homicidas tenemos en las Iglesias?, y ahora, ¿Qué recompensa tienen los homicidas?:

Muchos están muriendo, muchos otros están muertos, todos en delitos y en pecados, no conocen ni han conocido la nueva libertad en Cristo, y si la conocen, es por las Escrituras y no por una manifestación del Espíritu Santo y lo lamentable, es que hoy en día, se ve tan poca unción del Santo Espíritu de Dios, que fingen tenerla y crean ambientes para llamarlo al Servicio, ¿Acaso no mora en los creyentes?, ¿Acaso no han andado en el Espíritu durante toda la semana, que por eso, el motivo es llamarlo en el Servicio del domingo?, y tanto es la ignorancia, que confunden la libertad con el libertinaje:

Andar en el Espíritu, es buscar los deseos del Espíritu, demostrar el fruto del Espíritu, y solo existen dos formas de lograr esto, y es a través de la Oración y la lectura de la Palabra de Dios; Armas poderosas que si cualquier creyente las usará como nos lo muestra la Escritura, el infierno temblaría ante un ejército tan peligroso, como lo son los hijos de Dios, porque en el momento en el que se abren las puertas de bendición del Cielo, en ese instante se abren las puertas del infierno con todo su arsenal para atacar a los creyentes verdaderos, ¡Hermano, no ve que, al Diablo no le interesa que sepamos mucho de la Escritura, el tiene miedo de hombres de oración, porque son los que verdaderamente andan en el Espíritu, porque miren el mundo moderno, lo vemos y no lo podemos negar, el hombre busca crecer cada vez más en el intelecto, para ir más allá de los límites de sus capacidades y superarse, pero tristeza produce en mi corazón, ver a los mismos creyentes buscar las mismas metas que el inconverso, que es "Conocer cada vez más y más"! No estoy en contra del conocimiento, estoy en contra de que la Iglesia ha dejado como secundario la Oración, cuando es el arma más poderosa, porque la Escritura antes de Cristo la teníamos, no obstante la Oración, fue el arma secreta que dejo Cristo a sus hijos para defenderse, porque es el medio de ponerse en contacto directo con su creador, con su capitán de ejército, con aquel quien tiene en control todo, por su absoluta soberanía, ¡La oración!, arma que antes no tenían ni podían hacer.

Porque que fácil, es satisfacer lo que nosotros o nuestra carne anhela, que es siempre corromper e infringir la ley de Dios, porque nosotros somos malos, aunque parezcamos buenos, porque aun las obras justa, estas son inmundicias delante de los ojos de Dios.

Por esta misma razón buscamos obedecer a su palabra, porque solo somos siervos, pero libres, porque la esclavitud en Cristo, es libertad, no ficticia, tampoco imaginaria, sino real.

¿Quieres andar en el Espíritu?, sacrifica todo lo que eres, pon sumiso todo pensamiento, toda acción, sé siervo y no líder, humíllate delante de Dios, para que seas humilde, reconoce tu pecado, y conocerás el arrepentimiento, aprende de tu debilidad, para que conozcas el poder de Dios, busca ser más como Cristo, no cumpliendo la Ley, sino imitando su relación personal con Él Padre, porque únicamente así, lograras vivir en santidad; ¡Muere!, ¡Déjate morir!, y no serás el mismo, porque si sigues siendo el mismo, es que no has cambiado y el Santo Espíritu de Dios no mora en ti; Vive en el Espíritu, pero solamente lo podrás reconocer y lograr, si primero examinas tu corazón.