El pecado regularmente es la parte final de un proceso donde casi sin falta siempre incluye la tentación.
Tentación se define como incitaciones al mal, sin embargo más explícitamente podemos decir que es el deseo consciente y racional de hacer o participar en algo inmoral o amoral que no agrada a Dios y que a nosotros sí nos causa cierto grado de placer o satisfacción.
La tentación es subestimada muy comúnmente por los cristianos de ahí que cause tanto daño ya que no muchos se preocupan por ella debido principalmente al hecho que no creen en su poder y efecto.
Quizá el problema radique en que el pecado como verbo no representa en la realidad gran significancia para muchos, quienes piensan es una palabra vieja pasada de moda sin aparente sentido, debido a que mucho de lo se nos ha encasillado como pecado luce ser en realidad algo muy común y parte de la vida misma, lo vemos por ejemplo en películas y programas de la TV saturadas de violencia, sexo y droga, donde el adulterio, el aborto, el robo, el chisme y demás actitudes similares son "normales", de tal suerte que ya no las vemos como algo grave.
Todo cristiano debe reconocer una sola realidad, la paga del pecado es una, LA MUERTE (Romanos 6:23), en realidad no hay más. El pecado nos aparta de Cristo, rompe abruptamente nuestra comunión con El.
Alguien mencionó alguna vez que al enemigo se le vence más fácilmente si le conocemos bien, de hecho si tu sabes que un ladrón pretende minar tu casa, y sabes que entrara por la puerta trasera, es ahí precisamente donde tu le vas a esperar, pues bien, si tu has tomado la decisión de seguir a Cristo, y sabes que no debes pecar ni permanecer en pecado, es bueno que conozcas como este se gesta y te sirva para evitarlo.
La mayoría del pecado se concibe a través de la tentación. La primera tentación que registra la Biblia es aquella de la que fue objeto Eva por la serpiente Satanás, es claro que concibió y dio luz al pecado (Génesis 3:1-6); Siguiendo este ejemplo nótese que Satanás siempre tienta sobre la debilidad, en ese caso toco la soberbia de la mujer haciéndole creer que iba ser igual a Dios. Es exactamente lo mismo que Satanás hizo en el cielo cuando se rebeló contra Dios, ¡Querer ser igual a Dios! (Isaías 14:12-15).
Todos por lo regular tenemos alguna debilidad, hay quienes en algún tiempo tuvieron serios problemas de alcoholismo, tabaquismo, adulterio, etc... pecados que vencieron con el poder de Cristo, sin embargo Satanás trabaja para que se vuelva a caer en ellos, es lógico que un ex-alcohólico caiga en el alcoholismo más fácilmente que alguien que nunca tuvo ese problema, debemos tener presente que en la tentación el pecado de presenta como "Algo muy agradable, que no nos va a causar ningún tipo de problema", la realidad es que la tentación en sí misma esconde mentira.
La tentación muchas veces es provocada por nuestra propia concupiscencia, no olvides que los pecados primero se maquinan en el corazón para luego ponerse por obra (Marcos 7:21-23), es muchas veces nuestra propia naturaleza pecaminosa quien nos incita al pecado, así mismo Satanás usa el ambiente que nos rodea para fines perversos, a veces olvidamos que es el príncipe de este mundo, por tanto tiene demasiado control sobre el mismo.
VERSÍCULOS:
Santiago 1:12-15
Marcos 7:21-23
Isaías 14:12-15
Génesis 3:1-6
Romanos 6:23
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