El cristiano tiene dos naturalezas, la carnal y la espiritual, sin lugar a dudas la más antigua es la carnal, puesto que previo a la aceptación y reconocimiento de Jesucristo en nuestra vida, fuimos 100% carnales y no es sino hasta el momento mismo en que creímos en Jesucristo, cuando fuimos sellados por su Santo Espíritu (Efesios 1:13), a partir de ese momento el Consolador estará con nosotros por siempre (Juan 14:16-17).
Te confieso que en ocasiones me he puesto a pensar "¿Porque no soy tan espiritual como el hermano X?" y después de analizar a situación me doy cuenta que la respuesta es muy simple, sencillamente mi carne se opone a que el Espíritu Santo fructifique en mi vida, y esto es lo que nos pasa a cientos de Cristianos.
Con cierta frecuencia se nos evalúa en base a nuestro "nivel" espiritual, de tal forma que se oye decir que tal o cual es "mas" o "menos" espiritual, o bien que el hermano "X" es muy espiritual, y esto no es otra cosa más que el reflejo de la libertad de nosotros mismos le damos al Espíritu Santo para que trabaje y se manifieste en nuestra vida.
La vida en el Espíritu se vive únicamente bajo la dirección del mismo Espíritu Santo y de nadie más, es decir que nadie por sus propias fuerzas puede llevar una vida Espiritual. Adicionalmente debemos saber que Dios nos permite a todos el fruto del Espíritu Santo en nuestra vida que manifiesta con las características que están ligadas (Gálatas 5:22-23) estas son: AMOR, GOZO, PAZ, PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, FE, MANSEDUMBRE Y TEMPLANZA. Así que podemos decir que la vida en el Espíritu es aquella que corresponde al Cristiano que vive obediente a la Palabra de Dios y su vida denota actitudes características que corresponden a la descripción de los frutos del Espíritu Santo.
La presión más fuerte en nuestra vida que lucha con nuestro espíritu es nuestra misma carne, y es esto precisamente lo que nos impide vivir en el Espíritu, Satanás lo sabe y alimenta nuestra carnalidad; "Manifiestas son las obras de la carne, que son: ADULTERIO, FORNICACIÓN, INMUNDICIA, LASCIVIA, IDOLATRIA, HECHICERIAS, ENEMISTADES, PLEITOS, CELOS, IRA, CONTIENDAS, DISENSIONES, HEREJÍAS, ENVIDIAS, HOMICIDIOS, BORRACHERAS y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que lo que practican tales cosas, no heredarán el reino de Dios" (Gálatas 5:19-21).
Si observas las listas, notaras que se listan 9 características como fruto del Espíritu y 16 de la carne, aunque en la última parte de esto dice... y cosas semejantes a estas... lo que deja implícito que de la carne son muchas más. Ahora bien, reflexiona brevemente en cada una de estas características y ubicarlas en tu vida a efecto que estes en condiciones de evaluarte y saber que tanto es tu caminar en el Espíritu, ¿Que tan cerca o qué tan lejos estas de lograrlo?.
Por lo tanto, en la medida que nos dejamos envolver por el mundo y sus deseos, es en la misma en que nos alejamos de una vida en el Espíritu, la clave es no satisfacer los deseos de la carne (Gálatas 5:16), debemos resistir al Diablo (Santiago 4:7) y las tentaciones (Santiago 1:12 y 1 Corintios 10:13). Recuerda que "... los que viven según la carne no pueden agradar a Dios, pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él" (Romanos 8:8-9).
Para concluir, debemos tener la seguridad que el Espíritu de Dios está en nosotros, (Pues de otra forma no seríamos Cristianos) y el Señor así lo ha prometido, ahora démosle libertad para que trabaje en nosotros y disfrutar así de sus frutos para vivir una vida plena en el Espíritu Santo.
VERSÍCULOS:
Romanos 8:8-9
Santiago 4:7
Santiago 1:12
1 Corintios 10:13
Gálatas 5:19-21
Gálatas 5:22-23
Juan 14:16-17
Efesios 1:13
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