Como seres humanos pensaremos siempre estaremos afanados por lo que sucederá mañana, nos preocupamos sin saber si estaremos vivos para poder cumplir todos aquellos planes que estuvimos pensando llevar a cabo, pero en nuestros corazones siempre maquinamos planes y planes, y siempre dejamos a Dios en último lugar, nos preocupamos más por nuestro bienestar, nuestra felicidad que el simple hecho de ser ofrenda agradable delante de los ojos de Dios.
Desde que somos jóvenes, pensamos en cómo seremos de grandes, en donde trabajaremos, en donde estudiaremos, con quien nos casaremos, cuantos hijos tendremos, nos imaginamos a nuestra pareja perfecta, a nuestra pareja idónea, pero por aferrarnos a ideas, sueños, metas, nos olvidamos de Dios, creemos tener el control de nuestras vidas, creemos tener las riendas de nuestro destino, pero cuando surgen problemas y la vida nos sorprende, sentimos un golpe en el orgullo, nos deprimimos porque algo no salió como queríamos o no salió como esperábamos, sino que nos damos cuenta que somos personas insignificantes, finitas, limitadas, al lado de un Dios infinito e ilimitado, un Dios que es el principio y el fin, el alfa y el omega, sin embargo, no podemos entender esta parte, seguimos y seguimos planificando metas, preocupandonos en que haremos mañana, preocupandonos en que podremos llegar a lograr en este mundo, olvidándonos de que el hoy es un regalo inmerecido de parte de Dios, cada dia, cada momento en el que respiras, cada momento en el que tu corazón palpita es un acto de misericordia, y cada mañana son renovadas todas su misericordias.
Nuestros corazones siempre tendrán muchos deseos, pero hay algo que tenemos que tener en mente, que aunque nosotros tengamos planes, los únicos planes que se cumplirán, serán los de Dios,y no es porque Dios sea malo, sino que Él en su infinita sabiduría tiene mejores planes para nosotros que los que nosotros mismos hemos hecho.
Cuando nos proponemos metas, cuando nos visualizamos sueños, tal vez lo que tu corazón desea este dentro de la voluntad de Dios, pero todo lo que está debajo del cielo tiene su hora, no trates de hacer todo sin pensarlo, no te adelantes a los tiempos en los que Dios ya predestinó darte las cosas, solamente confía en que Él te dará todo lo que necesitas en el momento justo, tal vez tu ahora crees necesitar ciertas cosas, crees que tu futuro será mejor de esta forma, o simplemente crees que no necesitas a Dios en tus planes y que tú sólo puedes lograr todo lo que te propones, crees ser autosuficiente, pero no hay nadie que pueda resistirse al llamado de Dios, no existe ni existirá alguien que pueda resistirse estar en la presencia de Dios.
Hemos logrado cosas, claro que sí, pero las fuerzas, el ánimo, el talento, todo se lo debemos a Dios, no nos merecemos ningun credito, somos imperfectos, y queremos siempre complacernos a nosotros mismos que a Dios, pero hoy te digo que Dios tiene grandes planes para ti, y para tu familia, y que seas fiel, porque Dios es fiel en todas tus promesas, no busques tu camino, porque fuera de Jesús no hay ninguno, Jesús es el único camino de vida, es la única verdad, no hay nada fuera de Él, y hoy en día faltan jóvenes que prefieran estar un dia en la casa de Dios en mil fuera de ella.
VERSÍCULOS:
Proverbios 19:21
Eclesiastés 3:1
Isaías 55:8
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