Predicar el Evangelio, no es una opción para aquellos que han sido transformados por Él, ¿Somos capaces de ocultar el poder de Dios?, pues si ni aun su ira podemos evitar, si somos hijos ¿Podremos engañarnos pensando que su poder no nos tranformara?; El Evangelio es poder de Dios, no del hombre, no hay nada semejante, no es un discurso académico, es el mismo pan, pues Cristo es el enfoque, centro, fundamento, piedra angular, solo podríamos decir, sin Cristo, toda la Escritura sería un fraude, seríamos los más dignos de conmiseración, pues hemos desperdiciado nuestro tiempo en algo ficticio, imaginario y lleno de fábulas ingeniosas para ayudar al hombre a afrontar esta vida con dificultades...
Estos pensamientos no deben sorprendernos, pues es la cosmovisión, la filosofía de este mundo, que pasa, no viene, pues su inicio como la flor, que no inicia de la nada, pero si muere por la falta de la luz y el agua, Dios desde la caída del hombre, se ha ocultado al hombre, independientemente de que el pecado nos ha dejado muertos, separados por completo de la presencia directa de Dios (Esto explica muchas cuestiones para los hijos de Dios, ¿Si Dios está presente por que no lo siento?, esto tiene que ser explicado en base a su revelación que nos ha dejado en las Escrituras, pues Él es omnipresente, esto significa que está en todo lugar, en todo tiempo, ahora, su ocupación de su ser, se entiende como inmanencia, pues el está morando activamente en nosotros, siendo nosotros moradas de Dios, templo del Espíritu Santo, y como dato añadido para su comprensión, Dios en los cielos, detrás del telón que se abrió en Job, en la corte celestial, en su templo, el se manifiesta en su infinitud, pues Él es el Yo Soy, y su ocupación se le llama, inmensidad, llenándolo todo.)
Vivimos bajo la sombra de predicaciones y vidas extraordinarias ajenas a nosotros, ¡No porque conozcas el testimonio de algún creyente que dejó todo por seguir a Cristo, y proclamaba cada vez que caía en algún pecado, soy salvo por Gracia, esto no es excusa para justificarte y encontrar consuelo para una conciencia cauterizada que encuentra su deleite más en los placeres de este mundo que en Dios; Los hombres de Dios se esfuerzan por vivir en santidad, y cuando son vencidos de la carne, no sólo hallan consuelo, sino motivación para proseguir a la meta, (Enfatizo: No es para entrar a la carrera u obtener salvación, sino para con limpia conciencia seguir corriendo) recuerdan la Gracia, y el amor inmerecido de Dios, (El amor de Dios no es injusto, pues esto sería una blasfemia, ¡Estas atacando directamente al carácter de la santísima Trinidad! Pero este tipo de expresiones son las que se encuentran en los altares actuales, pero la realidad es que, el amor de Dios decia: perdónalos, perdónalos, pero la justicia de Dios decia: condenados, condenados, así que, he aquí... un hombre de vestidos rojos que viene desde Edom, ¿El hijo de Dios morirá? Se preguntaban los ángeles, después de haberle visto en todo su ministerio privado y público... y cuando toda la creación, vieron al autor de la vida, al consumador de la fe, estando clavado en aquella cruz, los judíos creyeron que ganaron, Satanás pensó que venció, Pilato se olvidó del asunto, pero los cielos al estruendo de los millares de ángeles, proclamando como ejércitos a las puertas, ¡Abrid puertas eternas, que el Rey de Gloria ha llegado!
El Evangelio debe ser predicado, pues:
"Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza." (Proverbios 11:24)
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