Sin duda alguna todos hemos vivido esta etapa, una dura y muy fea etapa, donde muchos la consideran como un lugar de aprendizaje, donde desarrollas tu dependencia a Dios, como otros que consideran que es una separación entre el hombre y Dios por el pecado, hay muchas interpretaciones, pero nosotros venimos a explicartelo con bases bíblicas.

"¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, para que te preocupes por él, para que lo examines cada mañana, y a cada momento lo pongas a prueba?" (Job 7:17-18).

¿Dios prueba a todas las personas?, ¡NO!, solamente a sus hijos, como podemos ver aquí, ¿Quienes somos nosotros?, ¿Acaso merecemos todo lo que Dios nos ha dado?, eso no nada mas incluye las bendiciones sino tambien las pruebas, pero ¿Porque?, ya que una prueba no es simplemente como lo considera el ser humano, una época triste, fea o deprimente, sino que la prueba, es una disciplina, es una enseñanza, que no a todos se las da Dios, ya que ni siquiera eso merecemos.

"Porque el Señor al que ama, disciplina,Y azota a todo el que recibe por hijo." (Hebreos 12:6-7).

Entendamos que una prueba, es un acto de amor inexplicable, ¿Porque?, porque como hijos nunca vamos a llegar a entender los actos que hace nuestro Padre Celestial, ejemplo: Tu que estas joven, y tienes a tus papas, por lo regular no estas conforme o no entiendes ciertas decisiones que toman ellos sobre tu vida, y sientes que no te quieren, y estas harto de escuchar la frase de "Es por tu bien". Pues asi mismo nos pasa a nosotros como hijos con Dios, no llegamos a entender el ¿Porqué de sus acciones?, pero al igual que los padres, Dios ve todos los peligros que nos pueden pasar, todas las cosas por las cuales podemos caer, todas esas decisiones por las cuales nos podríamos desviar del buen camino, y nos prueba, y nos enseña, lo siguiente:

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5:22-23).

Como jóvenes o adultos, ya habremos escuchado este sermón un millón de veces, pero no nos termina de convencer, porque siempre el punto principal es que Dios te esta enseñando algo ahí en medio de la tormenta, pero ya no quieres saber qué es lo que Dios está haciendo, quieres ESCUCHAR a Dios, quieres HABLAR con Dios, ya no quieres oir de lo que te está enseñando, aunque es muy importante, sino que quieres ver a Dios en tu presente.

"¡SEÑOR, escucha mis palabras! Presta atención a mis gemidos." (Salmo 5:1).

"Yo te he invocado, oh Dios, porque tú me responderás; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra." (Salmo 17:6).

"Tarde, mañana y mediodía me lamentaré y gemiré, y El oirá mi voz." (Salmo 55:17).

Quieres superar esta etapa, ¿Quieres poder triunfar sobre el pecado?, ¿Quieres ser un guerrero de Dios?, ¿Quieres ser un hijo de Dios?, ten FE, cree en que Dios te escuchara y te responderá.