Todos tenemos un pasado del cual nos avergonzamos, porque pensamos hoy en día, ¿Como es que pude hacer eso?, o ¿Por que hacia eso?, nadie es perfecto y todos cometemos errores, pero al recordar como eramos, como nos comportamos, como cada vez que Dios quiso hablarnos lo rechazamos, cuantas veces lo negamos, cuantas veces preferimos el mundo en lugar de Dios, pero a pesar de eso, Dios nunca dejó de estar con nosotros, nunca nos dejó solos, siempre estuvimos con Él, aun en los momentos donde más solos nos sentíamos él estaba ahí con nosotros, esperando los tiempos en los que Él tiene predestinado llamarnos; Por que para siempre es su misericordia, así lo dice la Palabra, o bueno ¡asi lo dice su Palabra!, porque después de hacer todo eso, Dios en su infinita misericordia, en su infinita gracia, nos ha hecho Hijo suyos.
Hoy en día las personas se les hace muy común quejarse de lo que Dios les da, de lo que Dios no les da, la humanidad siempre estará inconforme pidiendo cosas materiales, porque hasta que no pidan la presencia del señor en sus vidas, hasta que no pidan al Espíritu Santo en sus corazones, nunca podrán saciar ese vacio del corazón; pero lo más común es que pidan justicia, y yo me pregunto ¿Justicia de que o que?, se quejan y dicen a Dios enojados, ¿porque esas personas que no te conocen les va también?, ¿porque ellos que no te sirven, tienen todo lo que sus corazones desean?, nos cegamos tanto los ojos nosotros mismos tapandonos todas las bendiciones que Dios nos da y a esas personas no, y solo vemos lo que no tenemos, en lugar de apreciar todo lo que Dios nos ha dado, por misericordia y gracia, porque recuerden que nosotros no merecíamos nada, no eramos dignos de nada, hasta que vino Jesús, y cargo por los pecados de todos nosotros en aquella cruz, soportando ofensas, insultos, golpes, la misma crucifixión, para que tu hoy puedas estar en paz y no tengas por que ser esclavo del pecado, Jesús te hizo libre, el te regalo la libertad y la salvación, no por nuestros méritos, no por lo que somos, no por nuestro titulos, lo hizo por amor, y por nuestras propias fuerzas nunca hubiéramos pagado todo lo que hicimos, ante Dios éramos deudores de pecados, pero Jesús pagó por todos nosotros, pero eso no significa que tengas licencia para pecar, Jesús fue, es y será el camino para que nosotros nos podamos arrepentir de todos nuestros pecados, para que podamos pedir dirección y entendimiento, Él nos volvió a dar acceso al Padre.
Si recuerdan la historia del hijo pródigo, podrán notar que tiene mucha similitud a nuestras vidas diarias, en que sentido me refiero a esto, todos queremos las bendiciones de Dios para que nos vaya bien en la vida, en el trabajo, en la escuela, en donde sea, buscamos tanto las bendiciones de Dios, que nos olvidamos del Dios de las bendiciones, y eso tiene mucha similitud a cuando el hijo le pide a su padre toda la herencia para poder irse a gastarla, porque él no quería al padre, él solo quería lo que según por derecho le correspondía, y el padre se lo dio, y el hijo se fue feliz, a vivir todo lo que quiso en el mundo, hasta que llegó un punto donde todo lo que había hecho, todo lo que habia gastado, no lo habia llevado a ningun lado, sino que ahora estaba en lo peor, estaba sucio, avergonzado, humillado, no era nada, comía con los cerdos, porque el mundo al inicio le ofreció lo mejor, pero todo el tiempo siempre fue comida de cerdos disfrazada, hasta que el mundo vio que ya estaba bien atado con cadenas, ya no era necesario disfrazar los regalos, y ahora veía lo que realmente consumió todo ese tiempo, así somos nosotros, estamos de necios que queremos algo, que Dios nos debe por derecho, que Dios nos debe bendecir, y nos vamos al mundo, nos perdemos, nos olvidamos de quien nos creo, de quien nos hizo, y cuando nos damos cuenta ya estamos comiendo con los cerdos, pero Dios siempre estará esperando por nosotros, a que regresemos así como lo hizo el hijo pródigo, corriendo a su casa, y si, tendremos pena, nos sentiremos sucios, que no valemos nada, pero Dios así como el padre, nos recibira y nada le importara y todos los pecados que hayamos cometido los echara al fondo del mar, lo dice en la Palabra, y habrá fiesta en el cielo así como en la casa del padre en ese dia, porque es mejor un pecador arrepentido que 99 personas que no necesitan del arrepentimiento, así que esos cristianos que se creen mucho por saber de la Palabra, no se crean mejor que nadie, porque para Dios, ustedes y los drogadictos, asesinos, y cualquier tipo de persona, son iguales delante de sus ojos.
Nunca olvides de donde te trajo Dios, porque solo asi recordaras que no llegaste a donde estás por tus propias fuerzas, y siempre dirás "Porque para siempre es su misericordia", deja de comer con los cerdos en el mundo y corre con el Padre, para poder saciar ese vacío de tu corazón que tanto anhelas.
VERSÍCULOS:
Eclesiastés 3:1
Salmo 136
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