"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra." (Santiago 1:6)
Faltando 2 temas para terminar esta serie, y es un gran privilegio, un honor, el poder ser un instrumento de Dios para poder predicar su palabra, sabiendo que no soy el que mas sabe, pero la Biblia fue escrita para todos nosotros, porque Dios no vino buscando sabios, sino a lo menospreciable, y vil, para avergonzar a aquellos que dicen ser sabios, ¡Tú no necesitas estudiar 7 años para poder entender la palabra de Dios, tu solo necesitas al Espíritu Santo iluminando, haciéndote entender las escrituras!, porque de te sirve, saber tanto de la Biblia, si cuando oras, no crees que alguien te escuche, ¡Dime!, de qué te sirve, saber tanto, tener tanto conocimiento, si lo que sabes, te ha envanecido, te ha hecho soberbio, parecido a los fariseos somos, decimos saber, pero cuando Jesús se les presentó, no pudieron darse cuenta, que tenían enfrente, al Maestro por excelencia, al Creador de todo, al Predicador, a la Piedra Angular, ¡No supieron reconocerle!, ¡Dime!, de que te sirve saber tanto, ¡Cuidado!, no por predicar o saber predicar serás salvo, sino solo creyendo en el nombre de Cristo Jesús, dando fruto, dignos de arrepentimiento y salvación; Jóvenes no menospreciemos, el gran regalo, y la mas grande comisión dada por nuestro Señor, ¡Predicar el Evangelio, haciendo discípulos en el proceso!; Todos caemos en este grande y equivocado error, donde nuestra Fe, está fundada en sentimientos, y no en la roca, que es Jesús, ¿Porque creen que hay tantos cristianos abandonando la Fe Cristiana?, esto se debe a dos razones:
- Se les predicó con Sabiduría Humana y Palabras Persuasivas
- Una Fe Fundada en los Sentimientos
- Se les predicó un falso Evangelio
- Se les predicó un falso Cristo
"Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación." (Habacuc 3:17-18)
Un cristianismo erróneo, es aquel está no en las emociones momentáneas, sino en los sentimientos temporales, una emoción ocurre en un momento, y se va enseguida, puedes estar feliz, triste, enojado, pero sucede algo distinto con los sentimientos, estos son aquellos que son temporales, que por cierto tiempo están dentro de nosotros haciéndonos creer cosas que realmente no son así, y no nos permite ver o pensar de manera adecuada, por ejemplo de algunos sentimientos, es el rencor, la depresión, la ira, etc... estos normalmente; Ahora, una fe fundada en sentimientos, solo traerá malas consecuencias, ya que en primer lugar:
"Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:5)
Hay personas que por su sentir, creen perder la salvación, ¡La salvación no se pierde, solo si en primer lugar ya has sido salvado, por medio de tu Fe depositada en Cristo, y tu seguridad, de ser salvo, no debe venir de una oración, o ir a la iglesia, o el bautizo, sino de los frutos que el Espíritu Santo produce en ti!
Un sentimiento, nos hará cobardes ante situaciones en las cuales, si nosotros hubiéramos confiado en Dios, todo hubiera sido de bendición, no tengamos miedo del mañana, sino del presente, porque muchos, están dejando su relación con Dios, su comunión, y les digo ¡No la pierdan!, porque lo peor que pueden hacer, es ser cristianos sentimentales, en donde un dia estan bien y al otro mal, ¿Acaso no nos da Dios, dominio propio?, empecemos una nueva relación con Dios, pero tambien teniendo una nueva relación con el pecado, obedece a Dios, y empieza a aborrecer el pecado.
"Cuando Elías supo esto, se asustó tanto que huyó a Beerseba, en el territorio de Judá. Dejó a su ayudante en Jezreel y anduvo por un día en el desierto. Después se sentó debajo de un arbusto, y estaba tan triste que se quería morir. Le decía a Dios: «¡Dios, ya no aguanto más! Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados" (1 Reyes 19:3-4)
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